Aprendiz de Mucho con Curiosidades Varias: La ley de Murphy

jueves, abril 21, 2005

La ley de Murphy

Muchas veces me ha pasado que pudiendo resolver un problema de dos formas acaba sucediendo la peor de ellas. Pues bien, existe una ley que explica esa tendencia de las cosas a fastidiarse por si solas... Se llama “Ley de Murphy”. En el fondo para mí es un consuelo porque ya se que estas cosas no solo me pasan a mi aunque... Mal de muchos...

Esta ley es muy conocida y hay mucha información sobre ella (nos encanta cebarnos en nuestra propia desgracia...), principalmente por la serie de libros de Arthur Block (literalmente “serie de libros”... los hay de todo, del 2000, del amor, del trabajador, de las celebraciones...). Poco a poco hemos visto como su aplicación ganaba adeptos y nos ha servido para explicar un monton de meteduras de pata (yo soy un fan de esta ley!!), aunque hay que reconocerle méritos casi insospechados...

El Murphy al que se refiere la Ley es Edward A. Murphy, Jr., nacido en 1917 trabajó como ingeniero de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Su trabajo consistía en realizar experimentos sobre tolerancia humana a la aceleración. En uno de sus experimentos en 1949 debía medir la aceleración sobre un piloto en 16 puntos distintos usando 16 acelerómetros y había dos formas de colocarlos, una correcta y otra incorrecta, y alguien se las ingenió para colocarlos todos mal... Lo que le llevó a enunciar la ley: "Si hay dos o más maneras de hacer algo, y una de ellas puede resultar en desastre, entonces alguien lo hará". La ley, sin embargo no fue enunciada directamente como la conocemos hoy en día ("Lo que pueda salir mal, saldrá mal"), esta frase la popularizó el escritor de ciencia ficción Larry Niven en varias historias sobre mineros de asteroides, que tenían una religión y cultura que incluía el miedo y la adoración del dios Finagle y su "profeta demente" Murphy...

Los campos de aplicación son infinitos, sobre todo en lo referente al diseño de artículos de uso cotidiano. Los antiguos disketes cuadrados blandos eran iguales por todos lados y solo una de las 8 posibilidades de ser insertado en la ranura es la correcta, odiaba esos disquetes y me alegro de que se tuviera en cuenta todos estos problemas derivados de la posibilidad de usarlo mal por error, en el diseño del diskete actual. Ahora también hay 8 formas de insertarlo pero rara vez nos equivocamos porque solo encaja en la posición correcta (fijaros que tiene una esquinita recortada que debe estar a la derecha para que entre bien).

Hasta el CD puede ser usado mal, lo podemos colocar boca abajo y para evitar que alguien lo dañe así por la cara superior esta recubierto de un silicato especial para protegerlo. El mayor uso de este “miedo al error” ayuda a los diseñadores informáticos a evitar colapsos en sus procesadores, que ya se sabe, hay que prevenir porque... la tostada siempre cae del lado de la mantequilla...