PaintBall!!

¿¿Habéis tenido alguna vez ganas de matar a vuestro jefe?? ¿¿Se os ha pasado por la cabeza coger a ese petardazo de compañero y darle una paliza a ver si te deja en paz?? ¿¿Os imagináis acechar escondido al coñazo de supervisor y darle un susto de muerte?? Pues yo, para qué negarlo, sí. He tenido momentos en mi vida laboral que realmente me tenían en completa tensión, sin embargo hubo un día que pude dar rienda suelta a toda esa presión, un día que me pude despachar a gusto!! Un gran día en que le metí un par de tiros a algunos que tenía entre “ceja y ceja”!! Ni imaginas lo bien que te quedas!!! Y es que eso del PaintBall es un invento increíble!!

Reconozco que antes de probarlo era muy escéptico, no me gusta la violencia (soy demasiado pacífico!!) pero todo cambió al verme obligado por razones de empresa: “Hay que fomentar el compañerismo!” y créete que se fomenta de todo con esa pseudo-arma en la mano!! JAARRR!! Que sensación esa de saber que en breves momentos podrás poner en tu diana al jefe!!! Te sientes el rey y ves como todos van mirando “maquiavelicamente” a su alrededor!! En especial a esa “Víctima” de tus amores!! El ambiente se llena de risitas tipo “Jijiji, ya verás cuando te coja...” Se mascaba la tragedia!! Pero eso sí, antes de nada te dan unas pequeñas instrucciones, cómo manejar el arma, cómo controlar las decorativas balas, advertencias sobre el dolor que pueden causar, equipamientos adecuados, un impacto es herido y dos muerto, etc... de ahí se pasa a la acción, Y NO VEAS CUANTA ACCIÓN!!!

Lo primero es familiarizarse con las balas, una bolitas de colores que te pringan de lo lindo y que si se disparan cerca te dejan un “agradable” picazón!! Normalmente se usan pistolas de aire comprimido, te dan un pequeño margen de autonomía lo que unido a la cantidad de munición te obliga a tomar distintas estrategias dependiendo de la situación. Se suelen formar dos o más equipos de 5-8 personas y los objetivos son simples, se trata de colaborar para cumplir misiones, cubrir a los compañeros y masacrar (regocijándose todo lo posible) al de enfrente...

Para abrir boca te sueltan en un prado (literal) y... Hala!! A matar se ha dicho!! Avanzamos dando saltos, esquivando matorrales!! Insultar a voces al enemigo!! Gritando con cada bolita que nos alcanzaba... Aquello fue un exterminio!! Mi equipo (en el que estaba mi anhelada víctima!!) se lanzó contra el bando contrario a la americana, o sea, todo machotes de frente, gritando y disparando hasta a los civiles (que en medio del campo eran los pobres conejos...). Así pasó, caímos más que en el Vietnam!! Esos primeros impactos te abren los ojos y las ansias de venganza agudizan tus sentidos de forma espectacular!! La segunda ronda fue más animada, esta vez íbamos con más picardía y seleccionando nuestros objetivos, causamos más bajas y sobrevivimos bastantes. Pero es que este juego da mucho más de sí, en un nuevo escenario tendríamos que cumplir una misión, robarle la bandera al contrario y para más INRI se formaron nuevos grupos, ahora podría asediar con impunidad a mi víctima!! Jajajaja!!! (Risa tétrica, aquel día fui bastante cabroncete, todavía me relamo cuando lo recuerdo...)

Podíamos parapetarnos en trincheras, unos defenderían la bandera pero yo quería avanzar a hurtadillas “tras las líneas enemigas”, el “fuego cruzado” comenzó con ligeras escaramuzas de aviso pero cuando nos acercamos al banderín se intensifico como nunca, balas por todos lados!!! Unas ráfagas a la derecha me hicieron saltar a una zanja, desde donde fue sencillo hacer de francotirador, se defendían bien pero los pobres no las vieron ni venir!! Antes de rendirme a las balas enemigas me cargué tres, uno de ellos el susodicho objeto de mi rencorosa diana, jajajaja!! Dulce venganza!! Se defendían como gatos panza arriba y acabaron con nosotros solo esperando a que moviéramos ficha... La siguiente ronda ya nos hizo maquinar más que Patton en la Segunda Guerra Mundial!! Las estrategias eran realmente buenas y se creaban buenos vínculos... Todos habíamos probado las bolitas de colores y no queríamos repetir así que ya nos agachábamos, atacábamos silenciosos, acosábamos uno por uno a los contrarios y todo eso dio frutos!! Esta vez nosotros secuestramos su bandera!!

Este jueguito agota física y mentalmente pero es tremendamente estimulante!! Era tarde y ya solo pudimos probar otro escenario, ahora una pequeña tropa debía defender una colina rocosa casi inexpugnable!! Ahora comprendo bien eso de que la altura es una gran ventaja (desde entonces admiro más los castillos medievales!!). Me tocó atacar y eso de escalar no es lo mío... al poco me acribillaron pero cuando nos tocó defender... Wow!! Qué acelerado pasaba todo!! De pronto por la derecha balas explotando en los árboles!! Atacantes que cubrían a otros que subían por detrás!! Gritos asesinos!! Amenazas de todo tipo!! Hasta oí un “Si me das te despido!!”... Vamos, una batalla campal en toda regla!!

He de reconocer que fue una experiencia muy enriquecedora, os la recomiendo a todos, sobre todo si vais con amigos o mejor aún en plan “excursión de empresa”, nada ni nadie os borrará el gustazo de acosar, apuntar y masacrar a la mayor parte de ese corpúsculo de inadaptados con los que a veces trabajamos...

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