Chambord, le Château de la Loire
Me encantan los idiomas, en particular tengo un pequeño acento francés que me motivó a dar clases durante tres años. Gracias a eso me defiendo un poco y me ha permitido ser el único que pudiera usar libros en francés en la carrera. Lo practico muy poco salvo por Internet (ah! omito la bromita…). Se me está “oxidando” y por eso aprovecho las ocasiones que puedo para hablarlo (y sobre todo leerlo). Este interés unido a mi fascinación por el renacimiento me llevó a una página de maravillas arquitectónicas en la que encontré le Château de Chambord.
En la zona centro de Francia existe un valle alargado regado por el Río “Loire” que parece hechizado. Las montañas vierten sus arroyos a un ancho valle de ligeras pendientes donde bosques de fantasía se mezclan con amplias praderas formando el jardín natural más idílico que podéis imaginar. Ha servido de inspiración a artistas durante siglos, los iluminadores de los monasterios cercanos representaban el paraíso tomando de modelo las riberas del Loira en las que también se han gestado momentos memorables de la historia, en Chinon Juana de Arco sublevó a los campesinos, en la abadía de Fountevraud están enterrados los restos de Ricardo Corazón de León y los reyes franceses siempre usaron el valle como coto privado de caza. Su belleza motivó que durante ciertas épocas del año la corte entera se desplazara allí y la nobleza, que no pudo resistirse a su encanto, mandó construir hermosísimos palacetes, una comarca tan ideal como íntima para servir de lugar de reunión con sus amantes…
La mayoría de esos palacetes desempeñaban una función defensiva (como fortalezas ante invasiones inglesas e italianas) mientras que en tiempos de paz saciaban la pasión de sus dueños por la caza en los ricos bosques que les rodeaban. Son castillos tan sugestivos que hasta el mismo Perrault se inspiró en el Château de Ussé para su fantástico cuento “La Bella Durmiente” y Hergé situó la residencia del capitán Haddock, el irritable amigo de Tintín, en el Château de Cheverny. A lo largo del río se puede realizar la Ruta de los Castillos y ver una sucesión de construcciones pensadas para realzar la belleza del entorno, son mansiones tan deslumbrantes como el Château de Chenonceau, que el propio Enrique II regaló a su favorita, Diana de Poitiers. Pero para mí no hay ninguno como le château de Chambrod, el más renacentista de todos ellos.
Cuenta la leyenda que el diseño del palacio se debe al propio Leonardo da Vinci, que en su vejez pasó una época en el valle. Él mismo se enamoró del Loira, escribió en una carta que el río le inspiraba, hasta que le susurraba: “Pobre Leonardo que deseas demasiadas cosas, has malgastado tus horas…” En realidad solo se le pueden atribuir el diseño de la increíble Escalera de Doble Revolución . Una escalera doble construida en dos direcciones opuestas que vistas desde fuera dan la sensación de estar invertidas, casi marean. Está situada en el mismo centro del Palacio desde ella parten en forma de Cruz los pasillos y sus dependencias, el castillo entero parece estar creado a partir de esa escalera. Comunicaban la amplia terraza superior, desde donde la aristocracia contemplaba los ejercicios militares, con el patio central del castillo.
Rodeando la base del palacio existe un conjunto de murallas en forma de cuadrado con fuertes muros defensivos, sus torres de tejados de pizarra, comprada especialmente por su color, contienen decenas de chimeneas y varios campanarios de forma simétrica dándole ese aspecto tan maravilloso e impresionante. Los enormes ventanales iluminan las estancias reales del interior, como la habitación de la reina con una enorme estufa de loza y tapices con los escudos de armas de Francia. También es digno de mención El aposento del rey donde se pueden observar casi 200 F en las paredes así como 400 pequeñas salamandras, el emblema de Francisco I junto con su divisa “Yo alimento al fuego del bien y apago la del mal”.
Todo en este castillo recuerda los cuentos de caballeros rescatando princesas en apuros. Incluso los alrededores pues se encuentra enclavado en una reserva animal donde es muy común encontrar jabalíes y ciervos. Toda esta belleza y capacidad para excitar la imaginación humana confieren al Valle del Loira una magia muy especial…
• Enlaces:
La web official del Chateau de Chambord
Le Chateau de Chambord au Wikipedia
Fantásticas Fotos del Castillo
Turismo por Francia
Rutas turísticas por los castillos del Loira
Châteaux de la Loire
Tres Castillos del Valle del Loira
Château de Ussé, el Castillo de la Bella Durmiente
Château de Chenonceau, Regalo de Enrique II a Diana de Poitiers
Château de Cheverny, la mansión del Capitán Haddock
Bellísimas postales del Château
La escalera de Leonardo, Curvas imposibles
Guia Michellin del valle del Loira
Me encanta la aquitectura de ese edificio... aiiiii... quien tuviera el suficiente dinero para poder viajar y conocer estas maravillas o el valor de cojer la maleta y salir a viajar...aiiiii...
ResponderEliminarQue belleza...Cómom egustaría ir algún día a verlo...Te he leído escuchando música barroca y ha sido como meterme dentro de un cuento...
ResponderEliminarGenial!
Que bello lo que nos has contado de los castillos encantado y las princesas y príncipes, me ha gustado todo, las imagenes, todo, muy bonito
ResponderEliminarPaloma
que hermoso lugar, que fantasticos lugares, lastima que todos es acuesta de la pobre gente.
ResponderEliminarbonjour monsieur actualisé
HELLO QUE buen lugar, ya quisiera ir y conocer....
ResponderEliminaryde acuerdo con Don Santana. lastima que sea acuesta dela gente pobre...
saludos
Yo ya di un par de paseos por los chateaux... Chambord y Chenonceau, de los más bonitos. Algún día volveré, con más tiempo.
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